

Hoy a las 20 h. se pone el cierre a esta atípica fase final de la UEFA Women’s Champions League 2019/20, y lo hará con dos viejos conocidos, el Olympique de Lyon (6 títulos hasta la fecha) y el Wolfsburg alemán, con 2 títulos en su haber.
2 conjuntos que en los últimos 10 años, se van a encontrar en la final de la máxima competición europea de clubes, POR CUARTA VEZ, con balance de 3-1 favorables a las francesas.
En este periodo, Olympique de Lyon, ha llegado siempre a la final, salvo en 2 excepciones, cuando en las campañas 2013/14 y 2014/15 cayó en 1/8 de final, ante Turbine Postdam y PSG respectivamente.
En el caso de las germanas, en las 2 primeras ediciones ganadas por sus hoy rivales, no participaron…aunque en la 2012/13 se encargaron de evitar la tercera consecutiva de las francesas. Desde entonces, en la 2014/15 cayeron ante PSG en semifinales y en la 2016/17 y la 2018/19, un cruce con las lionesas, las apeó en 1/4 de final.
Unos datos estadísticos, que ya muestran a grandes rasgos, la superioridad exhibida por ambos clubes en esta competición…algo que, a pesar de repetir final, parece que en la tendencia actual, pronto podría cambiar. Debería cambiar. Que se abra el abanico de grandes candidatos al título final, no podría ser nada más que positivo. Mayor emoción, mayor competitividad, en una competición más imprevisible en cuanto a resultados y más emocionante para l@s aficionad@s.
Este año posiblemente, sea el que nos deja más cerca de esta posible «revolución». Las distancias se acortan en algunos casos y en algún otro, deja incluso de haberlas.
Esta es la mayor de las alegrías que me deja esta edición a pesar de que sigamos teniendo, a los de siempre en la final.
Analizando la trayectoria en el torneo final, lo podemos constatar. El Wolfsburgo se benefició de un emparejamiento desigual y asequible, ante Glasgow City, para sellar cómodamente su paso a las semifinales. Y lo hizo seguramente sin saber, que en esa semifinal ante el FCB Femení se encontraría lo que se iba a encontrar. Un conjunto blaugrana que planteó un partido maravilloso, valiente, sin renunciar a su esencia. Consiguieron llevar la iniciativa, y gozaron de las mejores ocasiones ante un rival al que físicamente compitieron -también- de tú a tú. La lección aprendida en Budapest y los cambios introducidos a raíz de ese episodio, FUNCIONAN.
Sí, acabó clasificándose el conjunto alemán, porque el fútbol, es así de caprichoso. Una jugada de desconcierto aprovechada por la sueca Rölfo, dio un pase a la final, y acabó siendo definitiva a pesar de las múltiples ocasiones del conjunto de Lluís Cortés.
Las jugadoras que dirige Stephan Lerch jugarán en el Reale Arena por su 3er entorchado europeo, pero lo harán después de mostrar una imagen de equipo el pasado martes, que no es precisamente imbatible. Mucho, deberán mejorar…
En el caso del Olympique de Lyon, a pesar de ser vigente campeón del torneo, tampoco ha dejado grandes destellos futbolísticos. Posiblemente porque en la cabeza tenemos la imagen de un equipo que es un torbellino de fútbol, ambición y competitividad, además de una selección de muchas de las mejores jugadoras del fútbol europeo. Pero no ha sido así.
En los 1/4 de final esperaba un Bayern de Múnich, reforzado en las últimas fechas y con ganas de dar un paso adelante. Las bávaras cayeron (2-1) pero con la cabeza muy alta. Las francesas se bastaron de 2 zarpazos en ataque para desequilibrar un partido más incómodo para ellas de lo que quizás cabía esperar. La calidad de Majri en un golpeo de falta, les dio el pase.
En semifinales, un viejo conocido las esperaba: el PSG. En un encuentro muy tedioso y poco vistoso -muy distinto a la otra semifinal- con 2 expulsiones (Geyoro y Parris, una por bando) y un gol salvador de una jugadora determinante en las 2 áreas, Wendie Renard y su cabezazo para asegurar al conjunto del Ródano, su sexta final consecutiva.
Con esto, a las 20 h. nos sentaremos frente al televisor, para disfrutar de una final de altura, con 2 equipos que se conocen mucho, y que esperemos que nos brinden una gran final. Hoy disfrutarán su hegemonía y su dominio. La resolución a una competición que en los últimos años ha parecido ser, salvo en ocasiones muy puntuales, cosa de 2.
Algo que ahora sí, parece que más pronto que tarde, veremos cambiar. Porque, hagan sitio, que tenemos invitados…¡y han venido para quedarse!